
El uso de efectos basados en la repetición nos permite crear simulaciones de diferentes espacios donde ubicar los sonidos con los que estamos trabajando. Es decir, nos recreará las reflexiones que encontraríamos en los diferentes “escenarios virtuales” que podemos configurar, mediante la modificación de los parámetros del procesador. Como ya sabes, añadir reverb y/o delay con una buena configuración y un procesamiento correcto puede aportar coherencia y un vínculo de unión al conjunto de elementos que componen un tema.
Veamos las diferentes opciones de las que disponemos para realizar esta tarea, que al fin y al cabo no es más que diferentes maneras de rutear una señal para conseguir “el mismo” resultado.
En primer lugar vamos a hablar de los insertos o inserciones. Son conexiones que nos permiten en un punto concreto de la cadena de proceso de un canal o señal, mandar la señal a un procesador externo, procesarla, y volver a traerla de vuelta al mismo punto de la cadena. De esta forma hemos modificado la señal, y, a partir de este momento, mantendrá las nuevas características.
Añadir reverb por inserto
Para que esto ocurra debemos insertar un procesador de reverb en un punto de inserto y configurar este procesador de acuerdo a nuestras necesidades o gustos. Como hemos comentado en el párrafo anterior, a partir de este momento la señal continúa su cadena de proceso con la reverb que hemos insertado, por lo tanto, cualquier proceso posterior que hagamos sobre la pista también lo sufrirá la señal de reverb. De la misma manera, si intentamos aplicar algún proceso extra a la reverb únicamente (algo bastante común. EQ, compresión…) tampoco podremos, pues lo que tenemos es una señal ya combinada entre la original y la procesada por la reverb.
Por lo tanto, podemos concluir que, utilizar la reverb por insertos conlleva:
Ventajas: posibilidad de una mayor personalización al añadir reverb a cada sonido (si fuera el caso; en ocasiones lo que buscamos es dar un ambiente igual o similar a todas las señales).
Inconvenientes: implica más carga de trabajo al ordenador (más facilidad de cuelgue), no tenemos control sobre las señales independientes (original y reverb).
Añadir reverb mediante envío
Para ello deberemos usar uno de los canales o buses auxiliares, en el cual sí que insertaremos un procesador de efectos, configurando su relación Dry/Wet a 100% Wet, para asegurarnos de que toda la señal de ese canal o bus es únicamente efecto. Ahora sí, este canal podemos seguir procesándolo, para conseguir que el efecto tenga exactamente las características que deseamos y, pasar a ajustar la relación señal original/señal procesada ideal mediante la cantidad de envío. Esta técnica nos permite además utilizar un sólo canal de efecto para añadir dicho efecto a cuantas pistas queramos. Únicamente deberíamos configurar la cantidad de envío que queremos hacer desde cada canal, y, por ejemplo, podríamos ajustar una cantidad diferente de la misma reverb o delay para diferentes elementos de un tema, ubicándolos en un mismo “espacio o escenario virtual”.
Nuestras conclusiones acerca del uso de efectos mediante envío son:
Ventajas: mayor control sobre las dos señales, tanto la original, como sobre el efecto; ahorro de carga de procesamiento del ordenador.
Inconvenientes: en una mesa física, la limitación del número de canales auxiliares para obtener variedad de efectos.
Personalmente, en prácticamente todos los casos, siempre que mi intención no sea transformar una señal, sino añadirle “algo”, utiliza un envió a bus auxiliar, principalmente, por la posibilidad de procesamiento de forma independiente del propio efecto, así como de la señal a la cual se lo queremos añadir.
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