
Muchas canciones han marcado un hito en la historia y la gente las recuerda no (o no sólo) por sus melodías, sino por sus acompañamientos. Incluso, como veremos más adelante, algunas están compuestas únicamente a base del recurso que hoy vamos a analizar en esta entrada, los arpegios musicales.
Si quieres profundizar en este tema y en cómo sacar el mayor partido a nivel técnico y creativo de tus composiciones te recomiendo que eches un vistazo a los posts sobre cómo crear acordes y progresiones armónicas super fácil en 10 minutos (y con vídeo incluido).
¿Qué es un arpegio?
Los arpegios son combinaciones melódicas de notas que tienen en común su pertenencia a un acorde o tonalidad determinado. Dicho de una forma un poco más fácil de entender sería desplegar (colocar una detrás de la otra en vez de sonar todas a la vez) las notas de un acorde o ciertas notas de una tonalidad o escala. Existen muchísimas combinaciones melódicas posibles de las notas de un acorde (a continuación veremos algunos ejemplos). Se trata de un recurso muy valioso para la composición, pues puede realizar una tarea doble. Juega un papel armónico, al fundirse los sonidos de las diferentes notas que lo compone. Y, a la vez, tiene un aporte melódico, incluso rítmico. Recuerda que al usar arpegios las notas no suenan a la vez, sino una detrás de otra.
Si te gusta crear tus propias composiciones, no te puedes perder los tips que estamos dando en el post de nuestra escuela online de produccion musical sobre Lenguaje musical para productores musicales. . También te tenemos que recomendar que eches un vistazo al post en el que hablamos acerca de la importancia de la Técnica y creatividad en la producción musical.
¿Cómo se construye un arpegio?
Como podréis imaginar, casi podemos afirmar que existen infinitas formas de combinar las notas de un acorde. Más aún si pensamos en los distintos tipos de compás o forma rítmica en los que se pueden ubicar. Vamos a basarnos en 3 puntos clave para construir arpegios. En primer lugar…
Con qué notas hacer un arpegio
Debemos tener claro en qué tonalidad/es está compuesta o queremos componer una canción. Y dentro de esta tonalidad sobre qué grados de su escala estaremos trabajando (si no recuerdas cómo funciona el tema de los grados te recomiendo que eches un vistazo a las entradas de Teoría Musical, donde encontrarás información sobre las escalas, sus grados, los acordes que se forman sobre cada uno de ellos… o a nuestro post sobre Las 10 progresiones de acordes fáciles y efectivas ) Una vez identificados, deberemos repasar y tener claras las notas que componen los acordes de cada uno de ellos ( pueden ser 3 o más, en el caso de acordes con 7 o 9, 11…). No es obligatorio utilizar todas las notas de un acorde, se puede omitir alguna, si se quisiera. Una vez que sabemos qué notas vamos a utilizar deberemos…
Conocer el compás o la estructura rítmica que utiliza la canción
Es otro dato muy importante a tener en cuenta a la hora de «diseñar» nuestros arpegios. Te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro post sobre el uso práctico del compás musical en la producción.Nos interesa saber si nos encontramos ante un compás simple (cada pulsación se divide en 2 o múltiplo de 2) o compuesto (en este caso la división natural es 3 o múltiplo de 3). También es importante conocer el número de pulsaciones que encontramos en el compás. En el caso de los compases simples si nos encontramos ante un 2/4, 3/4, 4/4…, y en el de los compuestos, por ejemplo, el 6/8, 9/8… Por último debemos decidir las figuras que van a componer el arpegio. En función de si elegimos corcheas, semicorcheas, tresillos, etc… o una mezcla de ellas, diseñaremos un arpegio o con un mayor numero de notas de duración más corta o, por el contrario, un arpegio donde encontraremos un menor número de notas pero con una mayor duración.
Elegir un orden para las notas del arpegio
Una vez que ya sabemos las notas y las figuras que vamos a utilizar para realizar nuestro arpegio llega el momento de elegir el orden de dichas notas. Os dejo un vídeo donde profundizamos en este aspecto. Únicamente destacar que no es necesario seguir el orden de las notas del acorde que queramos arpegiar y que, como vais a ver a continuación, los acordes los podemos desplegar hacia octavas superiores o inferiores, por lo que el rango de notas que podemos utilizar siempre será mayor.
Canciones famosas por sus arpegios
Son muchas las canciones que reconocemos gracias a este recurso, a veces interpretado por piano, guitarra, sintetizador… En ocasiones se trata de un acompañamiento, en otras de un elemento protagonista (incluso el único elemento!). Lo podemos encontrar en composiciones tanto actuales como de varios siglos atrás. Es sin duda un gran recurso para utilizar en nuestras composiciones y que ha dado como fruto numerosos éxitos a lo largo de la historia. Veamos algunos…
El primer ejemplo es un tema de una banda de metal estadounidense que empieza con un arpegio de guitarra sobre el acorde de Mi m con las cuerdas al aire mi-sol-si-mi. La mayoría de vosotros ya habrá adivinado de qué tema estamos hablando. Se trata de la canción Nothing Else Matters de Metallica. Su introducción la hace muy reconocible. Vamos a ver cómo está creado el arpegio de guitarra.
Como podeis observar, se trata del arpegio resultante de las notas del acorde de Mi menor, estando la primera fundamental (primera nota de cada compás) una octava por debajo del resto de notas. La forma rítmica es bien simple, se trata de un compás 6/8, que está formado por 6 corcheas, normalmente agrupadas en dos pulsaciones de 3 corcheas cada una, por lo que se ha utilizado una nota por subdivisión.
La segunda composición que queremos destacar es el Preludio en Do M de J. S. Bach. Sin duda, una composición musical que todos hemos oído en algún momento de nuestras vidas. Y la cual, está compuesta únicamente a base de arpegios. Es una sucesión de arpegios de los diferentes acordes que utiliza el autor.
Se trata, en el primer compás (cambia de acorde y por tanto de arpegio cada compás), de las notas del acorde Do Mayor. Utiliza un dibujo que dura dos tiempos. Como el compás de la composición es 4/4, se repite 2 veces cada dibujo o forma del arpegio. Ha utilizado las semicorcheas, por lo tanto en los dos tiempos que dura cada arpegio encontramos 8 notas. Están ordenadas de forma ascendente desde la fundamental hasta una tercera por encima de la octava, y para las 3 notas que nos faltarían, repite la quinta, octava y tercera sobre la octava en el mismo orden.
El último ejemplo que vamos a analizar es la canción del famoso compositor actual, Ludovico Einaudi, Una Mattina. En concreto, los compases 21 y 22. Algunas de las composiciones de este autor son un claro ejemplo de cómo utilizar de una forma muy eficiente los arpegios. Este tema en concreto es un buen ejemplo de ello, donde se combina este recurso con una melodía del piano.
En este caso observamos, como en el anterior, que el compás es un 4/4 y que la mayor parte de la canción se basa en la subdivisión de semicorchea. Las notas en las que se basan estos dos compases son las correspondientes a los acordes de Do Mayor en el primero y Sol Mayor en el segundo. Vemos que no utiliza todas las notas del acorde. En el primer compás utiliza la fundamental (la octava también) y la quinta, y en el segundo la fundamental (la octava también) y la tercera. Probablemente por un motivo estético (sonoro). La nota Sol se mantiene, la nota más grave coincide con la fundamental de los acordes y la nota más aguda desciende realizando el intervalo más pequeño (un semitono). La forma que realiza este arpegio es muy interesante, pues utilizando como figura la semicorchea (un tiempo lo forman 4 semicorcheas), encontramos que está formado por grupos de 3 semicorcheas que se repiten. Por lo tanto, dentro de un compás (con su acentuación natural) simple observamos un dibujo basado, en principio, en los compases compuestos (subdivisión ternaria). Ese cruce de acentuación y dibujo dota a la composición de cierto interés.
Hemos analizado diferentes formas de crear un arpegio. Como puedes imaginar las opciones son casi ilimitadas.
Hola, el 3/8 no es un compás compuesto si no simple. Un saludo
Tienes razón, muchas gracias, se nos ha colado, lo corregimos. Tu «si no» va junto, «sino simple». Saludos!