
¿Tienes algún procesador hardware o te han dejado uno prestado y te gustaría poder usarlo para mezclar tus temas? En esta entrada te enseñaremos cómo hacerlo. Muchas veces oímos o leemos que puede ser recomendable insertar un procesador en la cadena de grabación para así registrar ya la señal de la interpretación con unas mejores cualidades. Pero, ¿y si configuramos el procesador de una determinada manera durante las pruebas pero en la toma buena y definitiva resulta que no se ajustan exactamente al objetivo que buscábamos? Para ello, yo recomendaría grabar tal cual, sin procesar, todas las señales y luego utilizar cualquier efecto externo a la hora de mezclar, como inserto ya en los diferentes DAW´s. De esta forma tendremos la materia prima sin procesar y podremos probar diferentes configuraciones que se adapten exactamente a la interpretación grabada. En primer lugar…
¿Qué necesitamos para poder utilizar un efecto externo desde cualquier software de grabación/edicion?
Básicamente vamos a necesitar 3 cosas. En primer lugar, un software que nos permita realizar este tipo de tarea, que consiste en mandar fuera del ordenador una señal, que sea procesada por un procesador de efectos externo, y mandarla de nuevo a nuestro ordenador. Para poder realizarla necesitaremos también una tarjeta de sonido con, al menos, una salida y una entrada de línea libres y, evidentemente, el propio efecto externo que vayas a utilizar. Otras cosas que necesitarás también son, en principio, dos cables, uno para llevar la señal desde la salida de la tarjeta de sonido hasta el procesador, y otro para realizar el trayecto inverso (en caso de señales mono).
Ventajas de utilizar un efecto externo
Para los que estén acostumbrados a trabajar todo “in the box” (es decir, procesarlo todo de forma digital en el daw) la principal ventaja puede ser que añadimos un nuevo procesador. Para todos aquellos que “fantaseamos” con lo analógico, es la forma de poder empezar a utilizar procesadores de este tipo. A mi, personalmente, me gusta utilizar en la medida de lo posible, efectos externos, pues tengo la sensación de que de forma analógica, es más fácil apreciar los procesos que hacemos sobre la señal. Con esto no quiero decir que lo digital no funcione perfectamente y se puedan lograr resultados fantásticos.
Inconvenientes de utilizar un efecto externo
El mayor inconveniente que yo le veo al uso de un efecto externo es que no puedes usarlo en más de una pista de forma simultánea. A diferencia de los plugins que encontramos en nuestro software, que podemos insertarlos una y otra vez en diferentes pistas. Aunque, como siempre, el ingenio nos permite solventar ciertos “obstáculos”. Si, por ejemplo, disponemos de un compresor mono en formato hardware que nos gusta mucho como procesa, voces, bajos y guitarras, lo que podemos hacer es, una vez que hayamos procesado de forma satisfactoria la primera pista en la que hayamos decidido utilizar el compresor externo, grabar el resultado en una nueva pista y, pasar a insertar el efecto externo en la siguiente pista a procesar. Y así, hasta que sólo nos quede una pista utilizando el compresor o, podemos hacer el mismo proceso con todas las pistas y ya terminar la mezcla sin tener ruteada ninguna pista fuera del software.
Lo siguiente a tener en cuenta no lo consideraría un inconveniente, pero sí información importante a recordar siempre que trabajemos en “modo analógico”. Es conveniente registrar por escrito (o si es posible, salvar como un preset) la configuración que hagas para cada pista, ya que vas a utilizar los mismos controles (que no configuración) para las diferentes pistas. También ten en cuenta que si apagas, desenchufas de la corriente, cambias alguna conexión del ruteo,… en tu efecto externo, dejarás de oír la señal a través del ordenador, pues físicamente estarías cortando la corriente en el circuito. Ahora sí, vamos a ver…
Cómo utilizar un efecto externo en diferentes DAW´s
Utilizar un efecto externo en Cubase
Como para todo el tema del ruteo, Cubase es un poco peculiar. Aunque una vez que conoces dónde y cómo puedes configurar las diferentes opciones, deja de tener ningún misterio especial, al principio Cubase puede resultar un poco más complicado en este sentido. Lo primero que debemos hacer si queremos usar un efecto externo en Cubase es crear un bus (que serán dos) que nos permita configurar a través de qué salidas y entradas físicas de la tarjeta vamos a mandar la señal fuera del ordenador y posteriormente recibirla. Para ello iremos al menú superior, eligiendo la pestaña Dispositivos y en el desplegable seleccionaremos la opción Conexiones VST.
Aquí podremos configurar todas las opciones de ruteo de Cubase. Desde las entradas para grabar, hasta la posibilidad de configurar diferentes salidas, creación de subgrupos, buses para la utilización de efectos dentro de Cubase, a continuación encontraríamos la opción que buscamos hoy, que sería la de FX externo.
Una vez que seleccionamos esta opción nos aparece una ventana donde nos permitirá asignar un nombre para el efecto y configurar el formato tanto del envío como del retorno (mono, estéreo, 5.1, etc…). Una vez que hemos elegido la configuración, damos a Aceptar y ya se nos habrá creado el bus para FX externo. Ahora sólo tenemos que seleccionar la entrada y salida física de la tarjeta de sonido que queremos usar para mandar y recibir la señal. Bien y ahora sólo nos quedaría insertar en alguna de las ranuras de inserciones nuestro efecto externo. Para ello abriremos el desplegable que nos aparece en el menú de insertos como Plug-ins externos, y ahí ya nos aparecerá nuestro efecto externo con el nombre que hayamos asignado.
Utilizar un efecto externo en Logic Pro
Es una tarea bastante más sencilla que, por ejemplo, en Cubase. Unicamente tendremos que hacer click sobre cualquiera de las ranuras dedicadas a los insertos, y en el desplegable colocarnos sobre la opción Utility, y en el submenú seleccionar I/O, en el formato que deseemos.
Se nos abrirá una ventana donde ya podremos configurar la salida física por donde vayamos a mandar la señal al procesador externo, y la entrada para el retorno. Logic reconocerá automáticamente las entradas y salidas disponibles asociadas a la tarjeta de sonido que estés utilizando. Como en los demás DAW´s nos permite ajustar el volumen de señal, así como corregir un posible tiempo de latencia (pensad que la señal viaja y es procesada de forma física, por lo tanto un mínimo tiempo de latencia siempre habrá). La diferencia con Cubase es que en Logic Pro, lo insertas, y posteriormente lo configuras, y en Cubase, tienes que tenerlo creado y configurado para poder insertarlo.
Utilizar un efecto externo en Ableton Live
En Ableton Live este proceso es similar al resto de DAW´s. En primer lugar seleccionaremos en el menú Audio Effects, e insertaremos la opción External Audio Effect en la pista (o bus) que queramos procesar.
Como puedes observar, en la parte inferior se nos abrirá un plugin donde podremos seleccionar la salida y la entrada que queremos utilizar, así como ajustes de volumen, latencia y la posibilidad de invertir la fase.
El problema en Ableton Live puede surgir a la hora de seleccionar las entradas y salidas de la tarjeta, si anteriormente no las hemos habilitado, o le hemos dicho a Ableton Live que “las queremos tener disponibles para trabajar con ellas”. Eso lo podemos configurar en el apartado Audio de las Preferencias. En la parte justo inferior a las pestañas de selección de Dispositivo de entrada/salida de Audio, hay dos opciones (Entrada y Salida), donde podemos habilitar las diferentes entradas y salidas físicas de nuestra interfaz para que Ableton las reconozca.
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